10 mayo 2007

Lejanía


Esperar, esperar, esperar....
Llevo tanto tiempo esperando que tengo miedo de no saber reconocer cuándo será el momento. De hecho no sé si ya ha pasado. No lo sé, pero..... lo que sí sé es que tengo que romper con lo que tengo para poder evolucionar a lo que quiero. Y no sé qué es lo que quiero, pero sé que lo necesito.....
PcM
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Es estando en mi silla, en la playa, cerca de mi barca con las redes en las rodillas y las manos curtidas cosiendo sus desgarrones, cuando me gusta ver a los chiquillos jugando en la playa bajo la atenta mirada de sus madres, los pescadores terminando de recoger sus aparejos y a las chicas con sus cestas de mimbre apoyadas en su cintura, con la pesca de la tarde con los rayos rojizos de las últimas horas del día pasando entre sus cabellos sueltos y sugiriendo la forma de las piernas entre los trajes de gasa, mostrando una sutil transparencia en la que sus muslos se muestran fuertes, recios, en forma de tanto subir de la playa a la lonja.
Es aquí donde solo me imagino estar. No imagino otra cosa
GGMR

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Igual que la silla vieja descansa junto al mar, mis recuerdos descansan junto ti.
Igual que la silla vieja descansa junto al mar, mis imagenes reviven junto a ti.

Anónimo dijo...

Esta imagen irrepetible de una "lejanía” se corresponde muy bien con la idea de infinito de los fotógrafos románticos.
Encuentro en esta representación en blanco y negro, tal vez, un presentimiento de inmensidad. Presentimiento de enormidad que se produciría bajo ciertas circunstancias al contemplar la silla.
Acerquémonos a la silla como si se tratara de un objeto a enjuiciar; encontraremos la desunión entre la obra y el ser, del mismo modo que la idea de ‘lejanía’ --en la obra de arte-- recupera la distancia del hombre hacia ella. Esto permitiría reapropiarse del concepto de infinito e inmensidad, tan importante para la fusión del sujeto y el objeto en un todo.