03 julio 2008

38

Empezó la cuenta atrás hace tiempo… 40… sin querer, sin darse cuenta que todo va grabandose en un pequeño archivo en la memoria donde todo lo que haces cuenta, donde todo lo que dices queda registrado….39….haciendo cada vez lo mismo, variando solo unas cuantas cosas, sin ánimo de cambiar, siempre la misma rutina, siempre andando descalzo por el frío suelo de cemento… 38… con el reloj dejando caer incesantemente los granos de arena, siempre constantes, sin que podamos detenerlos, sin que en realidad queramos detenerlos por mucho que digamos… 37…

27 marzo 2008

Abuelo

Cinco minutos al día, cinco minutos más desde que llego y otros cinco cuando regreso. Un café en el bar de abajo, comprar el pan. ¡cada vez tengo más frío! Subir andando las escaleras y pararme en el descansillo. No está mal para mi edad. Ayudo a mi señora en las cosas de la casa, recojo el mantel después de comer y me siento con ella a tomar el café y ver el telediario. Esta tarde bajaré a la partida, que parece que hace sol. Nunca juego pero me gusta mirar como lo hacen otros, me río de las broncas que tienen. Después a casa, a cenar temprano que aún refresca y no tengo los huesos ya como para andar de noche.
Este fin de semana vendrá el nieto, a corretear por todas partes. Menos mal que estoy en forma, que hago ejercicio.

30 enero 2008

Mañana de lluvia


Es aburrida la mañana de diciembre, listo para empezar a sufrir el invierno. Madrid lleno de gris, de hojas marrones que rompen el silencio. Te quiero tanto por la mañana que siento tristeza al recordar que me despedí de ti anoche. Un café echando humo en mis manos, coches aparcados con gotas de agua en los cristales, viento húmedo en mi cara. Miro atrás y no estas. Las manos en los bolsillos, mi memoria, con papeles de garabatos llenos, pensando que un día los pasaré a limpio y te los daré a ti. Llueve mientras sigue sin salir el sol. Huele a barro cerca del Retiro, mirando viejos libros. Deseo olvidarte, pero te quiero tanto por la mañana…

27 diciembre 2007

Cuello de botella


Cerramos el círculo vicioso de mis caprichos en torno al cuello de la botella. Miré al fondo y ví relleno de mil cosas el contenido fermentado, mostrándome instintos básicos, metáforas desaforadas, abrazos en el aire, donde no hay nada.
Miré de nuevo el ojo de la botella tan cerca que se me antojaba como el horizonte de sucesos de mis vicios. Más allá de ahí no hay nada, todo lo que entra no sale jamás. Ni vicios ni desperdicios.

21 diciembre 2007

Línea recta

Esto podría ser un ejemplo de lo que te quiero explicar, mira fijamente este bordillo y verás que está torcido. Parece que el que lo hizo no se esforzó nada en que fuera una línea recta perfecta y sin embargo sí lo hizo, trazó una perfecta línea recta y cuando terminó su trabajo se fue satisfecho a su casa. Sin embargo, ahora, nosotros estamos aquí mirándola y pensando varias cosas y ninguna buena sobre el que hizo esto que nos parece una chapuza.
No hemos tenido en cuenta que está en un suelo blando, que al lado hay unos árboles que han crecido y han ido comiendo terreno y desplazando los ladrillos, que la lluvia ha desgastado el cemento que las une, que incluso tú la estas desplazando ahora, aguantando el equilibrio sobre una de ellas.
No debes por tanto nunca juzgar por una primera impresión. Si quieres hablar de algo, antes de equivocarte, siempre debes tener en cuenta que no todo es lo que parece a simple vista.
GGMR

04 octubre 2007

Las 6:15


Desde este lado, desde el lado oscuro, las cosas se ven grises y aprecias más los sabores, el de la sangre incluso, que notas como surca interminablemente por tus venas, latido a latido, dentro, fuera, dentro, fuera, como un reloj, un segundero automático. Notas como te crecen las uñas, como se te cae el pelo, como cambia incluso de color añadiendo canas a lo que te queda. Las 6:15, momento de tristeza, de eterna vuelta a la rutina, de caminar cansado, con un periódico gratuito bajo el brazo. “Mañana será igual” te dices y la sientes en todo tu ser.
A veces es bueno sentir tristeza. Se aprecian mejor los sabores

GGMR

10 septiembre 2007

Inspirado en hechos reales




Ella: Te llamo para decirte que no puedo verte esta noche, me ha surgido un
problema y me es imposible acudir.
Él: Vaya, cuánto lo siento, espero que no sea grave
Ella: No, nada importante, ya te contaré
Él: Es una lástima, por que tenía muchas ganas de verte.
Ella: Si y yo, pero bueno nos podremos ver otro día, pronto, cuando quieras
¿vale?
Él: Sí, cómo no, esto no puede quedar así. Nos vemos y que no sea nada
Ella: No, tranquilo, hasta pronto un beso


...
Ella: Ya está, ya le he dicho que no iba a ir. ¿Qué hacemos?
Él: vale, ya no tengo que verla hoy, ¿Qué hacemos?

03 julio 2007

La cerradura

A lo largo de tus piernas, columnas de alabastro que flanquean la puertas de la percepción, se encuentra la cerradura que dará paso al mundo de los sentidos.
GGMR

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Mi madre me había prohibido subir a los pisos de arriba, me mantenía siempre en la planta baja y sólo me dejaba tratar con los huéspedes en el comedor cuando les servíamos la comida.
Este verano alquiló una de las individuales del ultimo piso a una chica italiana que imagino venia a sacarse unas pesetas trabajando en las discotecas.
No sé por qué motivo me sentía atraído por todo lo que la rodeaba, su ropa, su forma de hablar, su cuerpo...
Esa noche en la cena llevaba un generoso escote y mientras le servía el gazpacho no paraba de sumergirme con la mirada entre sus turgentes pechos Ella me miró y me regaló una sonrisa pícara. Yo me sonrojé y corrí a la cocina, estaba a punto de explotar, me latía el corazón y tenia mucho calor.
Esa sonrisa me perseguía y cuando terminó la cena salí de la cocina y seguí a la chica, tratando de que ni ella ni nadie me viesen.
Llegué a su piso en el momento que ella cerraba su puerta, un halo luz salía por la cerradura de la habitación y poco a poco me fui acercando para mirar a través de la misma.
Allí estaba ella quitándose el ligero vestido que llevaba y preparándose para darse una ducha. Era maravillosa. Automáticamente comencé a tocarme...
- Qué haces ahí!! gritó en silencio mi madre.
- No sé, nada...
- Ven aquí inmediatamente, que te tengo dicho...
- Voy; dije mientras miraba por ultima vez a través de la cerradura... allí estaba ella mirándome, desnuda y triste porque sabía que me habían descubierto y tenía que abandonar mi estratégica posición, quizás para el resto del verano.
PcM

26 junio 2007

Arrepentido


No quiero que me hables y no quiero escucharte, no quiero tocarte todavía y no quiero que intentes tocarme, estas sucia, estas sucia por dentro y me hace sentirme más vacío todavía. No quiero que me mires con esos ojos acuosos y abras la boca para mostrarme tus dientes manchados de carmín. No quiero verte las orejas que no me escucharon cuando te lo advertí. Lo gracioso es que ahora que no quiero escucharte te miento y me miento a mi mismo por que se que fuí yo quien te condujo al precipicio. Pero esta noche dormiré tranquilo, con mi falsa moral enardecida
GGMR

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Otra vez volvía a estar solo. Y eso que esta vez traté de no cometer los mismos errores que anteriormente me habían llevado a esta misma situación.
La verdad es que no lo entendía, seguro que había hecho algo mal, seguro, pero ¿qué?
Tras un día entero reflexionando seguía sin saberlo.
Ya lo averiguaré, me dije a mi mismo.
Me levanté, fui al baño y descolgué la cortina (era la tercera que ponía nueva este mes), fui al salón y envolví su cuerpo inerte con ella Fui a la cocina, cogí la fregona y me puse a limpiar toda la sangre del piso. A ver si acabo pronto para conectarme al irc o al messenger, pensé. Ah y que no se me olvide que esta noche tengo que tirar la basura....

PcM

19 junio 2007

Mirada Oscura


La bestia ataca de noche los sueños de los enamorados, busca en sus recuerdos y sus pesadillas lo que no encontró en la mañana, antes de que el sol del medio día caliente demasiado el suelo, antes de que se refugie en la oscuridad esperando la retirada del sol
Por la tarde el tigre es el vulnerable, es cuando se enamora de su presa.

GGMR

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Pasados dos días desde que sucedió no conseguía quitarme su mirada de la cabeza, me perseguía cada vez que cerraba los ojos.
Lo más inquietante era que reflejaba tanto miedo, sufrimiento y odio para los pocos años que había vivido que se hacía casi imposible mantenerse impasible ante ella.
Lo más triste de todo es que hice lo que toda la gente hacía: miré hacia otro lado, ya se encargará el tiempo de borrar el recuerdo

PcM