22 mayo 2007

Cafetera


De regar tanto las macetas del patio con ella, la cafetera cogió complejo de tiesto, ansias de sentir dentro de ella, lo mismo que sentían sus compañeras de barro y porcelana. Yo doy el agua decía, pero quiero recibirla, y cogió un esqueje cuando no miraba nadie y se puso en la mesa del recibidor, cerca de la puerta del patio de luces, donde las macetas la pudieran ver con su color plateado y sus ramas engalanadas de verde.

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