26 febrero 2007

Postal


Descanso ahora aquí, lejos de casa, de las interminables y eternas horas de trabajo que me autoimpongo para así no darme cuenta que me siento solo y aburrido en un lugar extraño, frío, con gente que a veces me mira y a veces me ignora como ignoraba yo el bienestar de mis anteriores jefes.

Echo un poco de menos las personas gritonas, las calles atestadas, algunos rincones del barrio gótico por los que solía pasear a pesar de su olor a alcantarillado arcaico y pis de gato.
Este fin de semana decidí alquilar un coche y visitar a mis amigos en Bruselas. Aliados en un binomio perfecto para conseguir no echar de menos nada se han adaptado y han terminado considerando esa ciudad su casa. Pero aquí estoy yo sintiendo un frío extraño en los huesos, una sensación de angustia que no puedo reprimir. Y eso hace dedicarme de lleno a mi trabajo y superar las expectativas puestas en mi, lo que provocará una estancia mas larga y una angustia mas insoportable. Ojalá vengas pronto.

09 febrero 2007

Inteligencia

Me preguntó mi ordenador cuántico el otro día: ¿qué fue primero, el cero o el uno?

08 febrero 2007

La fuga

¿Cómo puede ser que aun nos sigan? - gritó el más joven de todos mientras se le saltaban las lágrimas y se le notaba humedad en el pantalón - ¿Es que no se van a cansar nunca?
Tenemos su dinero y no van a parar hasta que nos cojan y lo recuperen - comentó otro, un poco más tranquilo pero agotado por el esfuerzo.
-El dinero no es lo que más les importa a ellos - les dije, bajando la colina desde donde estaba echando un vistazo - creo que es el orgullo lo que más ganas tienen de recuperar. ¡Sigamos!

06 febrero 2007


Corriendo entre sábanas blancas colgadas al sol, entre el olor de su suavizante y del cloro de la piscina, con el sol del mediodía y el frescor de los tomates rojos preparados para hacer gazpacho, corriendo entre nosotros, sabiendo que lo recordarán, si lo recuerdan, como las eternas vacaciones, los largos veranos, las noches de grillos cantores y motos en la lejanía, en carreteras desiertas, que llevan a los mas mayores a algún sitio desconocido desde un lugar desconocido.

Hablarán entre susurros mientras nos oyen hablar y comentar lo sucedido por el día, contar viejas historias y reír en alto hasta que uno repare en los durmientes. Y después quedar dormidos, hasta la mañana por la mañana del largo verano.

02 febrero 2007

el mar


Ya no me quedan ni los recuerdos, mis sueños eran tu alma, tu cuerpo, tu sentimiento. Mis sueños se han ido ahora a jugar con el mar, donde se encuentra el resto del mundo, donde el anonimato me impedirá volver a encontrarte